¿Son las mujeres más propensas a la depresión?

La depresión es una enfermedad muy frecuente en todo el mundo y se calcula que afecta a unos 350 millones de personas, de acuerdo a las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud. Esta patología puede convertirse en un problema de salud muy serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad de moderada a grave.

Aunque la depresión afecta tanto a hombres como a mujeres, los estudios demuestran que son ellas quienes tienen más probabilidades de padecerla. Para conocer un poco más por qué la depresión es más frecuente en las mujeres que en los hombres, hemos preparado el presente material de interés.

En general, no parecen existir diferencias en cuestión de enfermedades mentales entre hombres y mujeres. Aunque, en función del género sí que se identifican diferencias en cuanto a la distribución de determinados trastornos, presentando las mujeres el doble de riesgo de padecer trastornos de ansiedad, trastornos somáticos y depresión.

Estos datos señalan una brecha de género en algunos de los trastornos mentales más comunes. Además, existen diferencias significativas en función de la edad de las pacientes. Así, en el rango de mujeres jóvenes en edad adulta, esto es entre los 30 y 40 años, la brecha aumenta considerablemente.

Aspectos que influyen en la depresión femenina

Una serie de condicionantes biológicos, psicológicos y sociales, influyen en el desarrollo de la depresión. Algunos de ellos, como los factores genéticos, por ejemplo, son difícilmente modificables; no obstante, otros aspectos sí se pueden abordar y los especialistas consideran que es necesario tenerlos identificados, a fin de poder establecer acciones que permitan cambiarlos.

En el aspecto psicosocial, según los expertos, las diferencias en la asignación de roles entre géneros, en nuestro contexto cultural, tienen un impacto en la distinta vulnerabilidad de los dos sexos a desarrollar depresión. Tradicionalmente en nuestra sociedad, los hombres han estado más enfocados en sus objetivos, tanto profesionales como individuales. En cambio las mujeres han tenido una presión social para responsabilizarse del cuidado de otras personas de su entorno. A modo de ejemplo, la carga de la conciliación sigue recayendo principalmente en las mujeres. Cuando este tipo de cargas es excesivo su impacto en la persona puede tener consecuencias para la salud.

El ciclo vital de la mujer y la depresión  

A lo largo de la vida de una mujer, existen diferentes cambios fisiológicos que pueden tener un impacto en la salud mental.

Los cambios a nivel hormonal que ocurren durante la pubertad pueden ser causa de un aumento del riesgo de padecer depresión en algunas mujeres. No obstante, los cambios de humor temporales causados por las variaciones hormonales durante este periodo de la vida son normales y no causan depresión por sí solos.

Existen otros factores que durante la pubertad pueden tener un papel en el desarrollo de la depresión en las mujeres, como por ejemplo aspectos relacionados con la identidad y el despertar sexual, conflictos familiares, o la presión para obtener unos buenos resultados académicos, entre otros.

Más del 10% de las mujeres desarrollarán depresión postparto después de dar a luz. Este tipo de depresión está relacionada no solo con las variaciones hormonales que tienen lugar en el puerperio inmediato, sino también con otros factores como complicaciones que se puedan dar durante el embarazo y el parto, la responsabilidad de cuidar al bebé, o la soledad y la falta de apoyo social, entre otros.

El síndrome premenstrual también puede representar un factor determinante en el desarrollo de síntomas depresivos en algunas mujeres. Se ha sugerido que los cambios cíclicos del estrógeno y otras hormonas podrían alterar la función de las sustancias cerebrales que controlan el estado de ánimo; sin embargo, esta interacción aún no está muy clara.

Finalmente, la menopausia también aumenta el riesgo de padecer depresión entre las mujeres en edad adulta, debido a que los niveles hormonales varían de manera irregular durante este período. Entre los cambios que se producen, durante la menopausia, tiene lugar una disminución significativa de los niveles de estrógeno.

No obstante, como en el resto de etapas, no todas las mujeres desarrollarán una depresión, ya que más allá de los cambios naturales que se dan en el organismo, el riesgo de depresión está relacionado con otros factores como la existencia de antecedentes familiares, otros factores ambientales y circunstancias vitales.

Tratamiento de la depresión

La consulta con el médico especialista en salud mental es el paso inicial para tratar la depresión. El profesional analizará su caso y mediante una serie de evaluaciones se centrará en descartar otros diagnósticos que puedan presentar síntomas parecidos a la depresión.

Por lo general, el tratamiento con medicamentos antidepresivos es efectivo para el manejo de la depresión. Aunque, se debe mantener el tratamiento unas cuantas semanas para poder valorar su efecto. Aun así, no todos los fármacos son igualmente efectivos para todos los pacientes, ya que existen diferencias interindividuales en nuestra respuesta a los antidepresivos.

Además del tratamiento farmacológico, la psicoterapia también es efectiva en el manejo de la depresión, ya que aporta pautas y hábitos de conducta favorables, y intenta modificar aquellos comportamientos que puedan estar contribuyendo al estado depresivo.

En la actualidad, se están desarrollando diversos estudios para encontrar nuevas formas de tratar la depresión de una forma más inmediata y eficaz.