Efectos secundarios de los antidepresivos
Todos los medicamentos, incluidos los antidepresivos, pueden producir efectos negativos no deseados. A estos síntomas causados por la medicación nos referimos como “efectos secundarios”.
Algunos de estos efectos secundarios pueden ser casi insignificantes, pero sin embargo, otros pueden complicar más la vida a quienes padecen depresión. En raras ocasiones, los antidepresivos pueden causar efectos adversos graves que deben tratarse de inmediato.
Si estás tomando medicación antidepresiva y empiezas a notar problemas con los efectos secundarios, debes acudir a tu médico o psiquiatra para que pueda ofrecerte las estrategias adecuadas para afrontar los efectos negativos, o bien cambiarte la medicación para que sufras menos consecuencias o estas sean más tolerables.
Consulta a tu médico
Nunca es una buena idea dejar de tomar o reducir por tu cuenta la dosis de los antidepresivos recetados sin consultarlo primero con el médico o especialista que te los recetó. De hacerlo, un conjunto de síntomas conocidos como “síndrome de interrupción” o abstinencia pueden aparecer, precisamente por abandonarlos de manera brusca o repentina. Estos síntomas incluyen sensaciones tales como calambres, hormigueo, sueños lúcidos, alucinaciones, sudoración, dolor muscular, visión borrosa, insomnio, ansiedad, irritabilidad, agitación, malestar estomacal e incluso fatiga.
Siempre será mejor disminuir los antidepresivos muy lentamente bajo la guía y dirección de un especialista. Esto le dará tiempo a tu cerebro para acostumbrarse a los cambios y notarás menos efectos si te ajustas al plan de tu médico.
Efectos secundarios más comunes de los antidepresivos
Algunos de los efectos secundarios más habituales que muchos pacientes pueden experimentar con los antidepresivos incluyen: mareos, fatiga, visión borrosa, efectos secundarios sexuales (como la falta de deseo o problemas relacionados con la excitación), agitación, aumento de peso, estreñimiento, insomnio, boca seca, náuseas, sensación de entumecimiento y ansiedad.
Tu médico podrá ofrecerte estrategias para que puedas afrontar de manera adecuada muchos de estos efectos secundarios. También podrá realizar cambios en la dosis o la hora en que tomas el medicamento, añadir algún tratamiento para contrarrestar un determinado efecto secundario o incluso iniciar la transición a un medicamento distinto que puedas tolerar mejor. Por este motivo, es esencial que consultes con tu médico ante cualquier síntoma de malestar.
No obstante, aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte a reducir determinados efectos adversos.
Algunos antidepresivos, como los denominados “tricíclicos” y los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), pueden causar presión arterial baja y consecuentemente provocar mareos. Para disminuir los mareos debes evitar cambios bruscos de posición (levantándote lentamente cuando estés recostado), evitar la cafeína, el tabaco y el alcohol, y tomar líquidos suficientes.
La fatiga es otro efecto indeseado común durante las primeras semanas del tratamiento con un antidepresivo. Hacer una siesta durante el día y caminar pueden ayudarte.
La sequedad de boca también se asocia al tratamiento con muchos antidepresivos. Debes evitar el tabaco, el alcohol y la cafeína, así como evitar respirar por la boca, ya que todos ellos pueden intensificar este efecto secundario. También puede ayudarte chupar trozos de hielo, beber agua regularmente y masticar chicle sin azúcar.
Algunos antidepresivos también causan efectos secundarios sexuales, como por ejemplo la disminución del deseo sexual, la dificultad para llegar al orgasmo o la dificultad para tener una erección. En este sentido, es básico compartir con tu pareja estos cambios en ti y poder ajustar tu rutina sexual.
El nerviosismo asociado con ciertos antidepresivos puede provocar que tengas dificultades para relajarte. Practica ejercicios de relajación y considera hacer algún tipo de actividad física, como por ejemplo caminar.
El aumento de peso que en ocasiones se observa tras inicia el tratamiento con un antidepresivo puede tener múltiples causas: la falta de actividad física, un mayor apetito cuando mejoran los síntomas de la depresión o incluso una mayor retención de líquidos. En este caso, mantener un dieta sana y equilibrada, evitando el consumo de dulces, es clave para controlar el peso.
Los antidepresivos tricíclicos a veces causan estreñimiento debido a un enlentecimiento del sistema digestivo. Bebe mucha agua, come alimentos ricos en fibra y haz ejercicio de forma regular
Efectos secundarios graves de los antidepresivos
Muchos de los efectos secundarios más usuales de los antidepresivos no son motivo de preocupación excesiva. Aún así, existen algunos efectos adversos muy poco frecuentes pero más graves, que debes tener en cuenta. Entre ellos los siguientes:
- Síndrome serotoninérgico
Este efecto secundario está relacionado con el uso de antidepresivos llamados “inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina” (ISRS) e “inhibidores de la recaptación de serotonina-noradrenalina” (IRSN). El síndrome serotoninérgico sucede cuando un neurotransmisor en el cerebro llamado serotonina alcanza niveles muy altos. Generalmente esto ocurre cuando se usa un medicamento IRSRo IRSNen combinación con un segundo medicamento que también afecta a los niveles de serotonina, como puede ser otro antidepresivo.
Los síntomas del síndrome serotoninérgico incluyen confusión, agitación, espasmos musculares, sudoración, escalofríos e incluso diarrea. Además, los casos más graves pueden incluir síntomas como fiebre alta, convulsiones, latidos cardíacos irregulares e inconsciencia.
Si una persona comienza a mostrar cualquiera de los síntomas anteriores debe buscar atención médica de inmediato, ya que esta afección puede poner en peligro su vida.
- Hiponatremia
La hiponatremia es una dolencia que ocurre cuando los niveles de sodio o sal en la sangre del paciente caen a niveles preocupantemente bajos. Cuando esto sucede, se pueden acumular peligrosas cantidades de líquido dentro de las células del cuerpo. Este efecto secundario suele ocurrir con los ISRS porque estos medicamentos pueden alterar los efectos de una hormona involucrada en la regulación de los niveles de sodio y líquidos dentro del cuerpo. En este sentido, las personas mayores pueden ser especialmente propensas a la hiponatremia.
Los casos menos graves de hiponatremia pueden acarrear síntomas como malestar general, dolor de cabeza, dolor muscular, pérdida de apetito y confusión. En casos más graves, las personas también pueden experimentar signos tales como apatía y
fatiga, desorientación, agitación, psicosis y convulsiones. Asimismo, la hiponatremia tiene el potencial en muchas ocasiones de conducir al coma o la muerte.
Incluso las personas que experimentan síntomas leves de hiponatremia deben buscar atención médica de inmediato.
- Pensamientos suicidas
Cuando se comienzan a tomar antidepresivos por primera vez, se puede experimentar un empeoramiento temporal de la depresión y posiblemente incluso llegar a aumentar los pensamientos suicidas.
Si notas que tú, o alguien de tu entorno, experimenta un empeoramiento en la depresión, acompañado de estos pensamientos de suicidio o muerte, o cambios inusuales en el comportamiento en las primeras semanas de comenzar un tratamiento antidepresivo, es importante pedir ayuda y tener asistencia médica o psiquiátrica de inmediato.
- Reacciones alérgicas
Las reacciones alérgicas pueden venir de la mano de cualquier fármaco, incluyendo los antidepresivos, ya sea porque una persona ya es alérgica al ingrediente activo del medicamento o porque esta persona es alérgica a los colorantes, excipientesu otros ingredientes inactivos presentes en la píldora.
Los síntomas de una reacción alérgica pueden incluir hinchazón, erupción cutánea con picazón, urticaria, ampollas o dificultad al respirar.
El problema viene cuando ocurre una reacción alérgica severa, ya que puede poner en peligro la vida del paciente si le impide respirar. Siempre será recomendable buscar ayuda médica para las reacciones alérgicas, especialmente, si hay hinchazón en la cara o problemas para respirar.
- Manía inducida por los antidepresivos
En las personas que padecen trastorno bipolar, los medicamentos como los antidepresivos pueden desencadenar episodios maníacos.
Los síntomas incluyen aumento de energía y actividad, problemas para dormir, pensamientos acelerados, comportamiento impulsivo, elevación extrema del estado de ánimo, irritabilidad y un discurso acelerado.
Si bien los episodios maníacos no son necesariamente mortales, requerirá de asistencia médica para tratarlos.
- Convulsiones
Ciertos antidepresivos pueden aumentar el riesgo de padecer convulsiones, como es el caso de los antidepresivos más antiguos, llamados “tricíclicos”. En general, los
antidepresivos más nuevos cuentan con menos probabilidades de provocar espasmos de este tipo.
Las convulsiones implican síntomas tales como movimientos bruscos de los brazos y las piernas, confusión y pérdida del conocimiento. Cualquier tipo de convulsión debe notificarse al especialista con el cual te estés tratando. De hecho, cuando una persona sufre una convulsión por primera vez, se debe avisar a los servicios de emergencia sin dudarlo.
Los efectos secundarios de los antidepresivos y la genética
En las dos últimas décadas, se ha publicado un gran número de estudios que demuestran la relación entre los genes y la efectividad de los antidepresivos y el desarrollo de efectos adversos. De este modo, tu perfil genético puede en parte determinar qué antidepresivo te funcionará mejor.
Existen tests genéticos con utilidad clínica demostrada para ayudar a la elección del antidepresivo. Tras un diagnóstico adecuado por parte del médico, el uso de estas pruebas puede facilitar la selección de un tratamiento adecuado para ti, de una manera más rápida y segura.